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Jan Zoé Salvat

Pilares de la materia: Comprensión lectora


Los pilares de la lengua amplían el conocimiento que los niños tienen de gramática, vocabulario, ortografía y comunicación y comprensión lectora, de tal manera que los pequeños se conviertan en mejores comunicadores sin darse cuenta de que con tan sólo hacer clic en el ratón están aprendiendo. Hoy trabajaremos el pilar de la comprensión lectora a nivel de primero a sexto, repasa realizando los grados menores al que te encuentras antes de realizar el grado que te corresponde.



Primer grado:



Segundo grado:



Tercer grado:


El príncipe feliz


Fragmento de la obra de Oscar Wilde


En la parte más alta de la ciudad, sobre una columnita, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz. Estaba toda revestida de madreselva de oro fino. Tenía, a guisa de ojos, dos centelleantes zafiros y un gran rubí rojo ardía en el puño de su espada.Una noche voló una golondrinita sin descanso hacia la ciudad. Entonces divisó la estatua sobre la columnita.


-Voy a cobijarme allí -gritó- El sitio es bonito. Hay mucho aire fresco.

Y se dejó caer precisamente entre los pies del Príncipe Feliz. Pero al ir a colocar su cabeza bajo el ala, he aquí que le cayó encima una pesada gota de agua. Y después otra.


-¿Para qué sirve una estatua si no resguarda de la lluvia? -dijo la Golondrina-. Voy a buscar un buen copete de chimenea.


Y se dispuso a volar más lejos. Pero antes de que abriese las alas, cayó una tercera gota. La Golondrina miró hacia arriba y vio… ¡Ah, lo que vio! Los ojos del Príncipe Feliz estaban arrasados de lágrimas, que corrían sobre sus mejillas de oro. Su faz era tan bella a la luz de la luna, que la Golondrinita se sintió llena de piedad.


-¿Quién sois? -dijo.

-Soy el Príncipe Feliz.

-Entonces, ¿por qué lloriqueáis de ese modo? -preguntó la Golondrina-. Me habéis empapado casi.

-Cuando estaba yo vivo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación, en el que no se permite la entrada al dolor.

Durante el día jugaba con mis compañeros en el jardín y por la noche bailaba en el gran salón. Alrededor del jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz y, realmente, era yo feliz, si es que el placer es la felicidad. Así viví y así morí, y ahora que estoy muerto me han elevado tanto, que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar.


¡ Pon aprueba la lectura !



Cuarto grado:


El origen del juguete


Todos los niños del mundo tienen una cosa en común: ¡adoran jugar!


Hoy en día, gracias al avance de la tecnología, existe una gran variedad de juguetes y aparatos como tabletas, consolas o pequeños robots que a veces ni los adultos sabemos manejar. Como te puedes imaginar, esto no siempre ha sido así.


¿Alguna vez te has parado a pensar con que se divertían los niños que vivieron en la Prehistoria? La verdad es que no se sabe con seguridad, pero probablemente se lo pasaban genial haciendo cosas muy simples como tirar al aire o al río pequeñas piedras y palitos que encontraban por el campo.


Así fue durante miles de años hasta que los primitivos humanos aprendieron a crear objetos sencillos con sus propias manos, utilizando materiales que tenían a su alcance.


Los primeros juguetes, por tanto, eran muy básicos y fabricados con huesos de animales: las tabas y las canicas.


Poco a poco los juguetes fueron evolucionando y haciéndose más complejos. En el Antiguo Egipto, por ejemplo, eran muy populares las muñecas de madera con forma humana o animal, pintadas con colores llamativos. Otro juguete estrella eran las pelotas, también de madera, arcilla o papiro.


La primera pelota de cuero apareció hace unos 2400 años en China y fue idea de un emperador al que se le ocurrió apelmazar unas cuantas raíces secas, recubrirlas con piel de animal, y darle forma de esfera.


Canicas, pelotas, muñecas… ¿A que a pesar de ser muy antiguos todos estos juguetes siguen siendo fantásticos? Bueno, pues hay muchos más que existen desde tiempos remotos: los bolos, la peonza, el yoyó…


¡Pon aprueba la lectura!



Quinto grado:


Sexto grado:


Cadáveres esquisitos


Alrededor de 1925 surgió entre los escritores una nueva técnica de escritura colaborativa para componer poemas o textos breves. Estos escritores denominados surrealistas, surgidos en Francia, intentaban que sus creaciones estuvieran ligadas a los sueños y a los pensamientos inconscientes (ideas espontaneas y rápidas), siendo originales y creativas.


Esta forma de escritura parecida a un juego consiste en reunir a un grupo de personas dispuestas en una mesa para escribir un texto por turnos. A la primera persona se le entrega un folio en blanco, en el cual debe escribir una frase. Al terminar debe doblar la hoja de papel, dejando ver tan sólo las últimas palabras de la frase; antes de entregárselo a otra persona del grupo para que continúe escribiendo la historia.

Es importante que la escritura sea fluida, no permitiendo que las personas piensen demasiado. Al finalizar se lee la historia en voz alta, descubriendo el resultado final.


En el siglo XX a esta forma de escritura se le denominó cadavre exquis o cadáveres exquisitos en castellano. El nombre procede de la primera frase que resultó al jugar por primera vez: “El cadáver exquisito beberá el vino nuevo”. Posteriormente otros artistas, como pintores, intentaron crear sus obras teniendo en cuenta las normas de este “juego”.

¡Pon a prueba la lectura!

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