La clave se encuentra en el agarre
¿Alguna vez has pasado más de la cuenta en la piscina o en la tina? Si tu respuesta es SÍ, seguramente notaste que los dedos de tus manos y pies estaban completamente arrugados como uvas pasas. Nuestro cuerpo, a través de las glándulas sebáceas, produce un aceite especial llamado sebo. La función principal del sebo es la de humectar o proteger la capa más externa de la piel. Pero el permanecer dentro del agua por largos periodos de tiempo, hace que el agua desgaste la capa de sebo y penetre en la piel. La piel se arruga gracias a una reacción del sistema nervioso del cuerpo. De hecho, las arrugas son causadas por vasos sanguíneos que se contraen debajo de la piel. Gracias a esto, es más fácil coger los objetos mojados con los dedos arrugados o prevenir caídas con los pies arrugados. Las arrugas en los dedos te dan más agarre, como las llantas de los autos.
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