La importancia de la lectoescritura suele obviarse por cotidiana, pero la habilidad para leer y escribir es crucial para niños y adultos. Con el inicio de la adquisición de estas dos actividades, comienza una nueva etapa en nuestras vidas. Leer es un recurso cognitivo de gran importancia, pues no solo es capaz de proporcionarnos información, sino también nos ayudará a ir creando hábitos y a obtener con mayor facilidad técnicas que nos permitan expresarnos de una forma más adecuada y rica, por escrito.
¿Qué es la lectoescritura?
La lectura es una herramienta intelectual única, pone en marcha nuestras funciones cognitivas, agudizando la inteligencia, desarrollando la creatividad y la fantasía, promueve el esfuerzo y estimula la capacidad atencional y concentración, lo que se puede ver reflejado en un mejor rendimiento académico. La escritura, por su parte, nos permite organizar y estructurar nuestro pensamiento, y en ocasiones, incluso, nuestros propios sentimientos, llegando a niveles de expresión más elaborados.
La importancia de mejorar la lectoescritura desde niños
Hoy en día damos por hecho que la lectura y la escritura son aprendizajes mecánicos y puramente instrumentales, sin embargo, son aprendizajes fundamentales debido a su importancia a nivel cognitivo, y afectivo. No se aprenden de forma aislada, sino mediante un proceso integrado, dinámico y constructivo, que requieren de práctica de habilidades como la observación reflexiva, la identificación, la comparación, la clasificación, la resolución de problemas, el análisis, la generalización y otras. No obstante, la lectura nos será, en todo caso, más cercana que la escritura, ya que probablemente desde muy pequeños nuestras madres o adultos cercanos, nos han leído cuentos o corregido nuestras expresiones orales, por ejemplo, un niño que dice “Se ha rompido” y le han explicado que “Se dice roto, no rompido”. Estas habilidades son importantes para desarrollar niveles cada vez más elaborados de pensamiento, estilos de comunicación e interacción con el medio, además de que son la base de aprendizajes futuros. El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso complejo, requiere que se hayan alcanzado ciertos niveles de maduración en torno a tres factores que intervienen:
Desarrollo de la psicomotricidad, es decir, nuestra capacidad para realizar actividades motrices.
Función simbólica, es decir, nuestra capacidad para comprender que, por ejemplo, la escritura conlleva algún sentido, ya que transmite un mensaje.
Afectividad, referida a la madurez emocional
Pero ¿cómo saber si un niño está preparado para iniciar el proceso de aprendizaje de la lectoescritura?. Lamentablemente no podemos dar una respuesta concreta a esta pregunta, puesto que no existe un perfil preciso que garantice que se está totalmente preparado para aprender a leer o escribir, sin embargo, múltiples investigaciones señalan que se comienza a tener las aptitudes adecuadas alrededor de los 6 años, de edad cronológica, siempre y cuando el niño se haya desarrollado en un ambiente enriquecido de estímulos.
Causas de los problemas de lectoescritura
En relación con esto, debemos tener en cuenta que cada persona tiene su propio ritmo de maduración y desarrollo, por lo que es probable que no exista, al mismo tiempo en dos personas diferentes, las condiciones necesarias para enfrentar con éxito el aprendizaje de la lectura y la escritura. Esto puede suponer una dificultad en el ámbito escolar, debido a que es posible que no todos los niños del mismo curso estén preparados para llevar a cabo dicho aprendizaje al mismo nivel. En este sentido, podríamos valernos de la educación inicial o educación infantil, ya que ésta potencia y desarrolla muchas habilidades en los niños, preparándolos para aprender herramientas como la lectoescritura. A este aspecto de la educación, se le denomina aprestamiento. El aprestamiento consiste en los ejercicios preparatorios para la lectoescritura, y resulta fundamental, puesto que es un período en el cual se podrán adquirir ciertas aptitudes que serán necesarias para aprender a leer y escribir en un proceso fluido y exitoso.
¿Qué métodos podemos utilizar para mejorar la lectoescritura?
Es importante dejar claro que todos los métodos nos llevan al aprendizaje de la lectoescritura, algunos pueden ser más rápidos que otros, más sencillos o más difíciles, pero todos consiguen el mismo fin. Entonces, os preguntaréis ¿da igual el método que utilicemos? Y una vez más, la respuesta es NO, la diferencia radica en el nivel de importancia que pueda adquirir el proceso de aprendizaje para el desarrollo del niño.
No podemos seleccionar un método con un único objetivo basado en lograr una mayor efectividad en la adquisición de la lectura y escritura, puesto que hay diversos criterios que se han de contemplar, puede resultar contraproducente no tener criterios claros acerca de cómo queremos que se vaya adquiriendo esta habilidad, ir improvisando, no variando de forma adecuada el grado de dificultad, cogiendo materiales sin un orden y usarlos sin saber para qué o por qué.
El aprendizaje de la lectoescritura es quizás el primer aprendizaje formal y sistemático más importante que adquieren los niños, convirtiéndose en un referente para la adquisición de otros procesos que se irán adquiriendo a lo largo de la etapa escolar. Algunos de los métodos más empleados, son:
Método Alfabético o deletreo.
En éste se sigue el orden alfabético de las letras, cuyo estudio se basa en la pronunciación de su nombre. La lectura y escritura se van haciendo de forma simultánea. Este método pone especial énfasis en la lectura mecánica y posteriormente la expresiva, para finalmente interesarse por la comprensión.
Método fonético o fónico.
Se enseñan las letras mediante su sonido, utilizando láminas que con imágenes que inicien con la letra que se está estudiando. Luego se van combinando las letras y las sílabas y al contar con varias palabras, se construye la oración. Con la práctica se perfecciona la lectura mecánica, luego la expresiva, y finalmente la comprensión.
Método silábico.
Este método consiste en la enseñanza de las vocales, para posteriormente pasar a la enseñanza de las consonantes, para lo cual se van cambiando con las vocales y formando sílabas, y finalmente palabras. Con el silabeo se pasa con facilidad ala lectura mecánica, la expresiva y la comprensiva.
Método de palabras normales.
Este método parte de la palabra normal denominada “generadora o generatriz”, prevista previamente, y luego se presenta una figura que posea dicha palabra, y se escribe, primero por un adulto para posteriormente ser reproducida por el niño.
Método global.
Desde el primer momento se presentan las palabras con un significado global. Este método consiste en aplicar a la enseñanza de la lectura y escritura el mismo proceso que se sigue para enseñar a hablar. Espontáneamente se establecen relaciones, se reconocen frases, oraciones y en ellas las palabras, y también de forma espontánea se reconocen los elementos idénticos en una imagen de dos palabras.En sí, desde el primer momento se presentan unidades con un significado completo.
Método ecléctico.
Este método se forma al tomar lo más valioso y significativo de los métodos anteriores.
5 procesos que intervienen en la lecto-escritura
Es importante conocer qué procesos intervienen en la adquisición de la lectura y escritura ya que, si tenemos algún problema en alguno de estos procesos o varios, sabremos si es necesario acudir a un especialista, para que lo valore, y en caso de ser necesario, trate.
Conciencia fonológica
Nos permite “ver”que el lenguaje que oímos está compuesto por palabras, sílabas, fonemas, … Así como la conciencia fonológica ayuda y beneficia a la adquisición de la lecto-escritura, la práctica de ésta, beneficia a la conciencia fonológica.
Conocimiento alfabético
Es la capacidad que tenemos para que cuando vemos una palabra escrita, sepamos distinguir qué sonido se corresponde con cada letra del abecedario (grafema-fonema/letra-sonido).
Fluidez lectora
La fluidez lectora se basa en la capacidad para leer rápido, con la correcta entonación. Para ello, se ha de aprender correctamente la conversión grafema-fonema(letra-sonido), de manera que podamos acceder más fácilmente a su significado y darle el valor que tiene dentro de la oración.
Mayor vocabulario
Cuánto más vocabulario adquirimos, mayor mejora de la comprensión y fluidez lectora.Cuando vemos una palabra que conocemos, la leemos mediante la ruta visual, de reconocimiento automático, que es la vía más directa y rápida de la lectura.
Comprensión lectora
En este proceso, se ven todos los demás involucrados, puesto que sí, no tenemos un vocabulario acorde a nuestra edad, no entendemos la conversión letra-sonido, no podremos comprender lo que leemos.
Dificultades más comunes relacionadas con la lectoescritura
Retraso lector. A pesar de que no podemos establecer una edad concreta del inicio de la lectura y escritura, se considera que existe un retraso en la adquisición de la lectura cuando, a pesar de no existir ningún tipo de patología, se tarda más tiempo en alcanzar la comprensión del lenguaje y la lecto-escritura, que se sitúa en torno a los 6-8 años.
Dislexia. Las personas que la poseen presentan dificultades para reconocer las letras y los sonidos asociados a éstas, teniendo dificultades para pronunciar palabras nuevas e incluso una vez aprendidas pueden olvidarlas con relativa facilidad. En otras ocasiones pueden omitir palabras o no saber dónde colocarlas.
Disortografía. Se basa en la dificultad para aplicar las normas de ortografía a la escritura.
Disgrafía. Dificultad para realizar el trazo o grafía de las letras. Es una dificultad de tipo funcional.
Causas de la dificultades en la lectoescritura
Pueden existir diversas causas por las cuales se puedan presentar dificultad en la lectura y escritura, no obstante, haremos referencia a aquellas patologías que resultan más comunes en la actualidad.
Trastorno Específico del Lenguaje. Existen dificultades marcadas en el lenguaje expresivo o compresivo, que no se deben a alteración neurológica, psíquica ni sensorial, con una capacidad intelectual normal. Las personas con este trastorno tienen un nivel de lenguaje por debajo de lo esperado según su grupo de edad, pero mantienen un desarrollo normal en el resto de áreas.
Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH). Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad.
Aunque todos los tipos de lenguaje se encuentran alterados, la afección principal la encontramos en el lenguaje oral. Las dificultades se dan a nivel sintáctico, morfológico, fonológico, semántico y/o pragmático. Algunas investigaciones han determinado que entre un 6 y un 35% de las personas con TDAH presentan retraso en la adquisición del lenguaje, apareciendo más tarde las primeras palabras y las combinaciones de éstas. Aproximadamente del 40 al 60% presentan también trastornos del desarrollo del lenguaje.
Trastorno procesamiento auditivo (TPA). Los niños con TPA tienen, por lo general, niveles de audición normal, pero presentan dificultades para entender o dar sentido a los sonidos que escuchan. Hay que tener claro que en este trastorno lo que está alterado es el entender los sonidos del lenguaje hablado, no el significado de éstos.
Dificultades procesamiento visual. Las dificultades del procesamiento visual son complejas. Existen 8 tipos diferentes:
Dificultades de discriminación visual. Problemas para ver la diferencia entre dos letras, formas u objetos parecidos.
Dificultades de discriminación visual figura-fondo. Dificultad para separar una letra o forma del fondo en el que están.
Dificultades de secuenciación visual. Dificultad para establecer el orden de las palabras, o imágenes.
Dificultades en el procesamiento visomotor. Dificultades para utilizar una referencia visual para coordinar un movimiento.
Dificultades de memoria visual a corto o largo plazo. Problemas para recordar lo que han visto.
Problemas visoespaciales. Dificultad para saber dónde están los objetos en el espacio. Esto también sucede con objetos descritos en papel o en una historia narrada.
Dificultades de cierre visual. Dificultad para identificar un objeto cuando solo parte de él es visible. Los niños tienen problemas con el deletreo de las palabras, no la pueden reconocer si le falta alguna letra.
Dificultades de inversión (revertir) de letras y símbolos. Se cambian letras o números cuando se escribe, o sustituyen letras al leer. Dificultad con la formación de las letras, lo que afecta a la lectura, la escritura y las habilidades matemáticas.
5 tips para mejorar la lectoescritura en niños
Dedicar tiempo a los niños
Intentar, al menos, reservar un ratito del día a leer con ellos, y a escucharlos. Se puede establecer una rutina, en la que se incluya la lectura de un cuento antes de irse a la cama.
Entender la lectura como un juego
Es importante que los peques asocien la lectura como algo lúdico, para ello, podemos proponerles actividades relacionadas con lo que están leyendo, como hacer un dibujo de lo que han leído al finalizar el capítulo, disfrazarse como el protagonista del libro, utilizar cuentos ilustrados, crear historias a través de una imagen que vemos, realizar un juego de pistas relacionadas con lo que hemos leído (favoreciendo la atención y comprensión lectora), crear un bingo de letras e imágenes, …
Leer delante de ellos para estimularlos
Los niños son esponjas, y actúan por imitación, por lo que, si nos ven leyendo, quizás, nos quieran imitar.
Lectura digital
Podemos intentar adecuarnos a las nuevas tecnologías y considerar el utilizar libros interactivos, en los que el niño a medida que va leyendo, va creando su propia historia.
Impulsar la imaginación
Cuando leemos, nuestra imaginación se puede disparar, y una forma idónea de dar salida a toda esa creatividad es que el niño escriba, dibuje, …
Beneficios de las nuevas tecnologías para las dificultades de lectoescritura
En la actualidad es cada vez mayor el tiempo que empleamos en internet o en diversas apps, por lo que resultaría interesante poder hacer uso de éstas para mejorar nuestros hábitos de lectura y escritura, incluso mejorarlos en caso de presentar dificultades. Las nuevas tecnologías facilitan la búsqueda de información y elaboración de trabajos, favorecen el desarrollo de capacidades integrales para leer e interpretar la información que se está leyendo, requiriendo la creación de texto auténticos.
Tres aspectos fundamentales que pueden ofrecernos las nuevas tecnologías en este ámbito son:
Motivación.Los recursos digitales pueden ser una buena herramienta para despertar la curiosidad y la motivación para aprender.
Adaptación a cada estilo de aprendizaje. Como sabemos, existen diversos estilos de aprendizaje, algunas personas son más visuales, otras más auditivas, lectoras/escritoras, o kinestésicas (experimentación). El lenguaje digital facilita, a quien lo utilice, todos esos estilos de aprendizaje, mediante imágenes (visual), vídeos (visual, auditivo), contenidos interactivos (lector/escritor), y actividades (kinestésico).
Creatividad. La tecnología pone a nuestro servicio innumerables herramientas para crear contenido o proyectos propios: blogs, webs, vídeos, …
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